La Fundación Heinrich Böll de Alemania anunció el lunes el «traslado» de su sede en El Salvador a Guatemala debido a una ley impulsada por el gobierno de Naib Bukele que obliga a las ONG a pagar impuestos sobre las donaciones.
El pasado 7 de junio entró en vigor la Ley de Agentes Extranjeros, similar a las vigentes en Rusia, Venezuela y Nicaragua, que ha obligado a varias organizaciones a abandonar el país y trasladarse a otros países de la región.
«Esta decisión es una respuesta al contexto cada vez más restrictivo en El Salvador, caracterizado por la imposición de un marco legal punitivo que restringe la libertad de pensamiento, el trabajo de derechos humanos y la participación democrática», dijo en un comunicado Heinrich Boll, que reside en Berlín y está afiliado al Partido Verde de Alemania.
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Según diversas ONG de derechos humanos, como el famoso Cristosal, quien también salió de El Salvador rumbo a Guatemala, esta ley es un intento del gobierno salvadoreño de silenciarlos.
Las normas estipulan un impuesto del 30% sobre las donaciones recibidas.
Otras organizaciones, como la Asociación Salvadoreña de Periodistas, también anunciaron a principios de octubre que trasladaban su «personalidad jurídica» a otro país de Centroamérica, sin especificar aún cuál.
Según la Fundación Heinrich Böll, el traslado de su sede a Guatemala se debe a la «necesidad estratégica de asegurar la continuidad de su trabajo» en Centroamérica.
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Según la fundación, ha «acompañado» a «organizaciones y movimientos» de la región «que luchan por la justicia social, la igualdad de género, la protección del medio ambiente y los derechos humanos».
«Reafirmamos que Centroamérica sigue siendo nuestra región de trabajo y nuestro objetivo común», añadió la fundación alemana.
El presidente Bukele, que goza de una enorme popularidad por su «guerra» contra las pandillas, acusó en junio a la prensa y a las ONG de un «ataque organizado» contra su gobierno y lo acusó de abusos contra los derechos humanos y presuntos casos de corrupción.