Miles de izquierdistas hondureños protestaron este miércoles contra lo que consideran un «fraude» en unas elecciones presidenciales, cuyo ganador sigue sin estar claro más de dos semanas después de la votación.
Declarar un ganador en estas reñidas elecciones del 30 de noviembre depende de revisar algunos protocolos con irregularidades, pero las acusaciones de fraude por parte de los candidatos han impedido que el proceso se inicie.
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El empresario conservador Nasri Ashfura, apoyado por Donald Trump, lidera la encuesta con menos de dos puntos porcentuales por delante del presentador de televisión de derecha Salvador Nasrallah, a quien el presidente estadounidense llama «casi comunista».
Encabezados por la presidenta hondureña, Xiomara Castro, unos 5.000 miembros del Partido Libre en Tegucigalpa se hicieron eco de la denuncia de la mandataria de un «golpe electoral», al referirse a una posible «falsificación» de los resultados y la «injerencia» de Trump.
El presidente estadounidense advirtió de «consecuencias» para el empobrecido país centroamericano si se revierte la tendencia que favorece a Asfura.
«Cualquier llamado a cambiar la política pública u obstruir el trabajo del CNE (Consejo Nacional Electoral) tendrá consecuencias», advirtió este miércoles la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos.
En plena elección, Trump también indultó al expresidente hondureño Juan Orlando Hernández, quien cumplió una condena de 45 años de prisión en Estados Unidos por tráfico de drogas.
Asfura está en el mismo partido que Hernández, quien está acusado de manipular su carrera política con dinero de la cocaína.
«Les he llamado para (..) impedir la manipulación del protocolo de votación», dijo Sjomara Castro durante el mitin.
Tanto su partido como el Partido Liberal de Nasrallah exigen un recuento «voto por voto», que el Partido Nacional rechaza. CNE debe anunciar el ganador antes del 30 de diciembre.
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«No estamos de acuerdo con el golpe electoral ni con la injerencia de Trump», dijo a la AFP el abogado Ricardo Andino, de 23 años, que sostenía un cartel con una foto del magnate republicano.
La candidata del oficialismo Rixie Moncada, que ocupa un lejano tercer lugar y ha sido calificada de «comunista» por Trump, reiteró en el evento que no descansará en su «exigencia de revertir la elección más fraudulenta (…) de la historia».
