En la primera vuelta de las elecciones presidenciales celebrada el 16 de noviembre de 2025 en Chile, coincidiendo con las elecciones parlamentarias, las fuerzas de izquierda gobernantes lograron posicionarse en primer lugar, aunque con un margen decisivo que definirá la votación.
De enemigos a aliados: los tres “se reconciliaron” con Ortega.
Estas figuras de la vida política nicaragüense sorprendieron a todo el país al alinearse con Daniel Ortega luego de ser enemigos acérrimos al punto de hablar públicamente en contra del líder.
En este… pic.twitter.com/nVlQ51Nii8
— Nicaragua Investiga (@nicaraguainvest) 14 de noviembre de 2025
Según datos preliminares del Servicio Electoral (Servel), que revisó más del 50% de las mesas, la abogada y exministra Jeanette Jara, apoyado por el gobierno de Gabriel Boric y sectores moderados como los democristianos ganaron 26,58% de los votosligeramente por delante del ultraderechista José Antonio Casta, del Partido Republicano, con un 24,32%. Ambos candidatos pasarán a la segunda vuelta prevista para el 14 de diciembre.
Otros contendientes destacados fueron el empresario populista Franco Parisi, que alcanzó el 18,84% e impresionó con sus buenos resultados en las regiones del norte, y el libertario Johannes Kaiser con un 13,92%. Evelina Matej, del tradicional centroderecha, quedó en quinta posición con un 13,25%, lo que refleja la fragmentación del bloque conservador que podría resolverse en la fase final.
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El proceso electoral se desarrolló bajo el sistema de voto obligatorio y se reportaron largas colas en varios centros de votación, especialmente en la capital y en zonas urbanas como Puente Alto, a pesar de las altas temperaturas registradas (alrededor de 27 °C en Santiago). Aunque no se han publicado las cifras finales de asistencia, se estima que la asistencia será alta, con más de 337.000 solicitudes de excusas de fuerza mayor. Todos los candidatos presidenciales ejercieron su derecho al voto antes del cierre de los colegios electorales a las 18:00 horas, sin mayores incidentes, salvo una detención separada por amenazas en el recinto de Santiago.
Respuesta inmediata y apoyo estratégico
El presidente saliente, Gabriel Borich, desde el Castillo de La Moneda destacó el desarrollo pacífico de la jornada y llamó a priorizar el diálogo nacional: «Nuestras instituciones nacionales deben fortalecerse con el respeto y el amor a Chile, por encima de la división». Desde su centro de operaciones en el centro de Santiago, Jara criticó sutilmente las extremas medidas de seguridad de sus rivales, citando las lecciones de la historia democrática para motivar un voto informado y unificado.
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Kast, en cambio, en un equipo endurecido con detectores de metales en Lasconda, se mostró optimista sobre la inspección inicial. Mattei, reconociendo su pobre desempeño desde el principio, expresó su intención de respaldar a un republicano en la carrera final, mientras que Kaiser reafirmó su apoyo incondicional a Caste, enfatizando la coherencia de su alianza libertaria. París, que tiene fuerza en zonas como Arica y Antofagasta, aún no ha anunciado su posición en la segunda vuelta, lo que podría afectar el empate electoral en el norte.
Implicaciones y desafíos futuros
Estos resultados preliminares pintan un escenario polarizado, con la derecha en general representando más del 50% de la ventaja, lo que sugiere un posible giro conservador si Kast logra asegurarse el apoyo de Mattei y Kaiser. El surgimiento de París en el norte muestra el descontento regional con las opciones tradicionales, lo que podría complicar la estrategia de Jarre, ya que necesitará ampliar su coalición fuera del partido gobernante para atraer votos moderados. Un recuento de votos más lento podría cambiar el equilibrio de poder en el Congreso, afectando la gobernanza postelectoral.
Se espera más claridad sobre las cifras absolutas a medida que las pruebas avanzan hacia el 100%, pero el mensaje de las urnas apunta a una nación dividida que busca un equilibrio entre la reforma social y la estabilidad económica. La segunda vuelta será clave para determinar el rumbo de Chile y determinar si gira hacia la derecha o se mantiene moderadamente hacia la izquierda.