Él Fondo Monetario Internacional (FMI) anunció que los ingresos por remesas a Nicaragua disminuirán a partir de 2026, en parte debido a la política migratoria del presidente estadounidense, Donald Trump, que puso fin al Estatus de Protección Temporal (TPS) para los residentes en el país centroamericano.
Si bien Nicaragua y El Salvador experimentaron crecimiento este año, según el último informe de perspectivas económicas del FMI, enfatizaron que el impulso se debió a mayores remesas para predecir una disminución de la población de Nicaragua en el exterior en los próximos meses.
Las remesas oscilan aproximadamente entre 26,62% y 29,4% del producto interno bruto (PIB) del país en 2024, cuando se registró un incremento récord que los elevó a 5.243,1 millones de dólares. Sin embargo, la agencia señaló que «se espera que el reciente aumento de las remesas se modere, ya que se espera que el impacto de las políticas de inmigración más estrictas en Estados Unidos compense con creces el aumento de las remesas de los migrantes restantes, lo que provocará una disminución de las remesas (especialmente como porcentaje del PIB) a partir de 2026».
Las remesas a Nicaragua y Centroamérica aumentaron un 20% en el primer semestre de 2025.
Altos indicadores en 2025
Estas previsiones suspenden las anunciadas por el FMI hace dos años debido a la creciente emigración de nicaragüenses. En ese momento, se esperaba que las remesas alcanzaran aprox. 28% del PIBduplicando su nivel al cierre de 2021, cifra reflejada en los ingresos del concepto en 2024.
Enfatizaron que «la tasa de crecimiento de las remesas a CAPRD (Centroamérica y República Dominicana) en enero-agosto de 2025 fue mucho mayor que en 2024», aunque aclaran que «esto no es atribuible al mercado laboral estadounidense: el desempleo hispano en Estados Unidos aumentó, lo que debería haber reducido el crecimiento de las remesas de Elvadaguaro, principalmente porque los montos de las remesas fueron mayores».
Las previsiones para este año 2025, según el primer trimestre del año, auguraban un aumento. Las remesas familiares enviadas al país marcaron un nuevo hito histórico para el período al alcanzar los $1.943 millones, según datos oficiales del Banco Central de Nicaragua (BCN). Este monto supone un fuerte aumento del 22,2% respecto al mismo periodo de 2024, lo que consolida a las remesas como el principal pilar de la economía del país. Los países desde donde se enviaron más remesas fueron Estados Unidos, España y Costa Rica, donde cientos de nicaragüenses se asentaron en 2018 tras la crisis y la represión del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
La política migratoria estadounidense también experimentó un crecimiento en la primera mitad del año en medio de temores o riesgos de deportación tras fracasos en los tribunales federales para derogar el TPS en varios países, que fueron confirmados por la Corte Suprema del país en casos como el de Venezuela.
Gráfico del FMI del flujo de remesas a países de Centroamérica y República Dominicana
El PIB también disminuirá en 2026
El fondo, si bien pronostica un crecimiento del PIB del 3,0% en 2025, se prevé que caiga al 2,9% el próximo año, excluyendo una decisión esperada de Estados Unidos en diciembre próximo de suspender a Nicaragua del acuerdo de libre comercio DR-Cafta, un duro golpe a la dependencia del país de las exportaciones estadounidenses.
Como explicó recientemente el economista y abogado exiliado Marco Aurelio Peña, si bien hay crecimiento en el país, no significa desarrollo ni mejor calidad de vida para la población debido a la baja productividad laboral.
El FMI señala que la debilidad de los países centroamericanos en materia de exportaciones es que la mayoría de los productos ubicados en Estados Unidos también son producidos por México, que hasta el momento no ha estado sujeto a aranceles como los impuestos por Trump a mediados de año, lo que significa una desventaja competitiva para la región.
«En América Central, Panamá y la República Dominicana (CAPRD), el crecimiento del PIB real disminuyó en 2024 – al 3,6 por ciento – y se mantuvo en la misma tendencia en el primer semestre de 2025. Se prevé que en 2025-2026 el crecimiento seguirá disminuyendo al 3,4 por ciento en 2018, ya que las tasas de crecimiento de los principales socios comerciales y las exportaciones de inversión privada pesan sobre la fuerte incertidumbre en la región mundial. «La actividad interna continúa respaldada por una sólida consumo», anotó la agencia.
Lo mismo ocurrirá con la inflación. No se esperan cambios importantes en 2026, aunque el FMI dijo que Nicaragua tendrá la tasa más baja, mientras que el índice de precios al consumidor de Costa Rica aumentará.